PAPITO PORQUE ME TOCAS MIS PARTES INTIMAS?

Muchas veces atender a mis pacientes es algo muy satisfactorio, el saber que puedes ayudar a otras personas a mejorar su calidad de vida, pero en otras ocasiones esto realmente es algo muy sorprendente, al darse cuenta de situaciones desagradables, muchas así me tocó vivir desde hace varios años cuando hice mis prácticas de Psicología en el Hospital Modular de Chiquimula, atender niños con infecciones venéreas, el tener que denunciar a padres que estaban abusando física, psicológica y sexualmente de sus hijos, es algo que realmente nunca pensé que me iba tocar atender a mí.. La familia, en su más simple expresión biológica, es traducible en términos de lazos de consanguinidad, es el lugar donde las personas deben de sentirse amadas y protegidas y muchas veces la realidad es otra muy distinta, y comparto con ustedes el caso de Marcos un paciente de 45 años que llega a la clínica con una crisis de ansiedad, manifestando que lleva varias noches sin poder conciliar el sueño, con algunos síntomas depresivos, con otros de angustia y unos cuantos de obsesivo compulsivo, bastante difícil de poder establecer un diagnóstico certero, cuando en realidad no se le atina que es lo que acosa a mi paciente, quien todavía no tiene la suficiente confianza en su terapeuta para descargar en él, sus conflictos emocionales más profundos conscientes e inconscientes, pero es hasta en la tercera sesión donde comienza a arrojar de su conciencia el verdadero caos emocional que origina su conflicto y dice así:

“La verdad doctor, que me costó mucho decidirme a contárselo, el tema es que hace 5 años me encontré con una hijastra de 12 años; hoy ella tiene 20 y es madre de un bebe; ahora están viviendo en casa; no paro de observarla, es hermosa en todos los sentidos, tiene un hermoso cuerpo de mujer y me ha nacido un irresistible deseo sexual por ella y en una ocasión, mirando una película juntos en la cama, la acariciaba como mi hija con toda la dulzura y el amor que lo hace cualquier padre, cuando de repente sentí deseos de tocarla en todo el cuerpo suavemente, a lo que no opuso resistencia; yo con mucha culpa no podía dejar de tocarla hasta que llegué a su vagina con mi mano y ella se empezó a poner excitada, yo estaba muy eréctil y no quería llegar a eso pero ella se contorneaba de forma que no podía dejarla, hasta que nos besamos apasionadamente y yo sin sacar mi mano de su vientre, en un momento fue ella la que dijo no… no; me sacó rudamente la mano y dijo que me fuera enseguida de la habitación. Luego vinieron días de mucho rechazo hacia mi persona, de parte de ella, y yo con un gran sentimiento de culpa, hasta que en situación parecida ella me pidió que le hiciera unos masajes en la espalda y empezó todo de nuevo: siempre muy despierta y conciente se entregó a mis manos en cuerpo entero, pero con más pasión y con más ganas los dos por igual pero, cuando iba a ocurrir la acción de introducirme dentro de ella, se frenó y me sacó de forma intempestiva. Hoy está muy enojada conmigo y dice que se va a ir de mi casa, en verdad la amo… como hija, pero también la deseo como mujer, obvio que no la dejaría embarazada, ni loco. Me encuentro en una situación muy mala: siento por momentos mucha culpa, me siento el ser más degenerado de la tierra y al mismo tiempo temo perder a mi hija para siempre, la verdad es que esta situación se me fue de las manos y no sé cómo seguir. Por favor le pido su ayuda…….”

No era nada fácil, ni para el contarlo, ni para mi escucharlo, pues me encontraba una vez más ante una situación de Incesto. Incesto es cualquier contacto sexual entre un niño(a) o adolescente y una persona que es pariente íntimo o alguien a quien se percibe como un pariente cercano, incluyendo padrastros, madrastras, o parejas del padre o de la madre que no son casados y viven juntos. La mayoría de las veces la persona que inicia el contacto es el padre, el padrastro o alguien del género masculino. Los perpetradores de incesto también incluyen hermanos(as), primos(as), tios(as), abuelos(as), o la madre. Esta actividad tal vez ocurra una vez o muchas veces a través del transcurso del los años. Dicha actividad es ilegal.

Entremos un poco en contexto teórico psicológico para comprender mejor este acontecimiento:

Abuso sexual padre/hija: Es la forma más habitual, y debemos distinguir tres aspectos:

a)características paternas: Suelen ser personalidades psicopáticas, inmaduras, con tendencia a la promiscuidad. También pueden observarse sujetos introvertidos, inmaduros y con gran apego a los niños (paidofilia). Es más frecuente en padres jóvenes (40 años)- sean éstos biológicos o adoptivos – o también, por el contrario, en padres muy mayores (60 años) unidos a esposas jóvenes. En la entrevista clínica, uno de los elementos más relevantes es la negación y ausencia de culpa, el principal mecanismo es la negación y la hostilidad hacia la hija más que hacia el cónyuge. Cuadros depresivos.

b)Característica de la Hija: Edad más frecuentes : entre 10- 14 años . Presentan rasgos de inmadurez emocional con ejercicio de rol de maternidad sustituta hacia padre y hermano menores. Clínicamente pueden manifestar excesivas inhibiciones o, por el contrario, actitudes de desafío con curiosidad sexual exacerbada. Como antecedentes, todo ello estimulado por la promiscuidad y el momento de su desarrollo evolutivo.

He aquí algunos de los relatos que he escuchado:

• Laura, 45 años: Mi abuelo abusó sexualmente de mí. Actualmente tengo una pareja heterosexual y no tengo dificultades de origen sexual, pero soy muy depresiva: ¿este abuso puede haber tenido que ver?

• Ricardo, 24: mi hermana y yo nos atraemos sexualmente, sé que está mal pero tanto ella como yo nos gustamos; si ambos deseamos hacer el amor ¿aun así es malo? Ambos somos mayores de edad.

• Nilda, 62 años: Mi padre me violó cuando yo tenía 17 años y me forzó a hacerlo durante muchos años. Yo tengo que confesarles que en ocasiones gozaba y llegaba al orgasmo. Estoy casada, con dos hijos grandes y soy abuela. A pesar de todo no le guardo rencor a mi padre.

• Gloria, 27 años: Un día que mi padre me llevaba al campo me violó y a raíz de eso mis padres se pelearon. Nunca volvió a repetir eso, pero desde entonces no pude sentir excitación sexual. ¿Existe algún tratamiento?

• María del Rosario, 32 años: A las personas que cometen incesto habría que castigarlas con la ley, es una degradación de todos los principios elementales. Sólo Dios puede perdonar tal acto criminal.

• Gladys, 30 años: Los abuelos o tíos que toquetean o intentan abusar de los nietos o sobrinos ¿tienen rasgos demenciales?

• María del Carmen, 36 años: ¿El matrimonio entre primos hermanos es una forma de incesto? ¿Puede traer problemas en la descendencia?

Analicemos estos hechos desde la perspectiva Psicológica: Las experiencias incestuosas probablemente induzcan a los niños(as) adolescentes a formarse una opinión negativa sobre sí mismos, dando como resultado casos serios de depresión, impotencia y culpabilidad. A consecuencia se pueden dar autodestrucción incluyendo el involucrarse en relaciones en las cuales serán victimizadas. Muchas víctimas tienen sentimientos negativos acerca de sus cuerpos, su rendimiento en la escuela es malo porque no pueden concentrarse o se ven frecuentemente en problemas dado a su vínculo en peleas y otras conductas anti-sociales. Durante la adolescencia ellos tal vez se aíslen social y emocionalmente.

Las víctimas del incesto usualmente toman la sexualidad de un extremo a otro – alejándose voluntariamente de la actividad sexual porque esta les hace sentirse ansiosos o angustiados y otros sentimientos dolorosos, o volverse extremadamente activo sexualmente porque esta es la única manera en que pueden sentirse en poder y que están recibiendo afecto. Los sobrevivientes del incesto del género masculino tal vez rechacen su masculinidad porque el abusador ha sido alguien del género masculino o se comporten de una manera extrema porque es su manera de demostrar su masculinidad en orden de sentir que están en control de sus vidas.

Nota del Dr. Villeda: este artículo ha sido dividido en dos partes y será completado en una próxima redacción. En el caso de los testimonios y las preguntas, han sido cambiados (o se han omitido) los nombres, las edades y otros datos que hubieran hecho posible el reconocimiento de los mismos.

Dr. Adán Villeda.

Psicoterapeuta Clínico.

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