El deceso de una connotada cachacera

Engracia Margarita Guerra Villeda

Engracia Margarita Guerra Villeda, popularmente conocida como “doña Engracita”, falleció el pasado lunes 11 de julio por la mañana en la villa de Quezaltepeque, Chiquimula.  

Nació el 2 de marzo de 1923, hija única del matrimonio formado por los ilustres cachaceros Ramón Guerra Oliva y María Dolores Villeda Cortéz.

Toda su vida residió en Quezaltepeque, dónde se distinguió por ser una mujer empresaria, trabajadora que aportó mucho al desarrollo socio económico, pues en la Tienda el Cisne, la cual fundaron sus padres y fue una de las primeras de esta villa, ella procuró casi todos los años de su vida atender a su clientela.  

Fue una mujer sociable, respetada y que sus amistades amaron. Además era amante de los viajes y del buen vivir, y uno de sus sueños cumplidos fue ir a Israel, lugar que Dios le permitió visitar dos veces.  Aún este año dijo: “Si Dios me lo permitiera iría otra vez”.

La recordaremos siempre por sus famosos dichos:

“Aquí siempre al pie del cañón”
“Viajar es vivir”
“Se fue la chiva en 18”
“Sea por Dios Margarita”
“Me gusta el amor en otros, ya que en mí no pudo ser y para mayor placer, me gusta el amor en otros”

Su transcurrir por esta vida dejó una huella en cada uno de los que la conocimos y estamos seguros que para el Señor, el darle la bienvenida en el cielo ha sido un acto de mucha estima, pues su palabra dice: “ESTIMADA ES A LOS OJOS DEL SEÑOR LA MUERTE DE SUS SANTOS”.

Con amor la recordaremos sus hijos: Gilber, Lolly y Billy; sus nietos: Margarita, Chichi, Billy, Julio David, Oscar Augusto, Josh, Anahí, Jose, Estuardo y Sindy; sus bisnietas: Andrea, Valeria y Rebeca; y demás familia.

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