Por Billy Quijada
Después de vivir varios meses fuera de tierras cachaceras, cualquier visita a este rinconcito oriental se valora cada vez más, sobre todo en los días festivos y asuetos.
Viajar tres horas desde la Ciudad Capital para llegar a ver a la familia y compartir buenos momentos con los amigos no tiene precio, vale la pena el sacrificio, sobre todo en una fecha como el Día de Todos los Santos, pues Quezaltepeque se convierte en un punto de encuentro para propios y extraños, donde decenas de personas se dan cita en el cementerio municipal, como también en la casa de seño Coralia en el barrio El Centro, uno de los lugares más populares donde se puede comprar el tradicional fiambre.
Este año tuvimos la oportunidad de ingresar al lugar donde preparan este manjar de sabores criollos con técnicas modernas de cocina. Seño Coralia nos comenta al respecto en el siguiente video:
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